Breizhlander L. Moncef

por **Breizhlander L. Moncef** Lun Nov 07, 2011 2:12 am

Breizhlander [Loan] Moncef

{Push me up against the locker..And hey, all I do is shake it off..I'll get you back when I'm your boss..}

DATOS BASE

NOMBRE COMPLETO : Breizhlander Loan Moncef.
APODOS : Breiz.
FECHA DE NACIMIENTO : 26 de marzo.
EDAD: 17 años.
NACIONALIDAD: Francés.
CLASE SOCIAL : Alta.
ORIENTACION SEXUAL: ¿Heterosexual?
TRABAJO : Oficia de tutor en Silver Seas High School, aunque informalmente, claro.

DATOS PSICOLOGICOS

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA :
Sin muchos rodeos, Breiz es, literalmente, 'más bueno que el pan'; y esa sola frase ya bastaría para describirlo a la perfección. Es sumamente inocente, la maldad o las malas intenciones no son conductas que aparezcan, ni remotamente, en su diccionario. Amable, educado, respetuoso; todo un caballero, pues así ha sido criado desde que era solo un niño.
Las discusiones en su casa no escaseaban ni mucho menos; y es tal vez ese el motivo por el cual desde muy chico que aprendió a aislarse completamente del mundo, a evadirse de tal manera que su sola compañía le ha bastado para valerse por sí mismo, sin importar lo que ocurra a su alrededor.
Y como podrán imaginarse, no tiene demasiados amigos. Al comenzar la secundaria se mudó a Nueva York para ir a vivir con su padre, y desde entonces siempre ha sido visto como el nerd, el raro, el antisocial y una larga lista de nombres que le han sido adjudicados a lo largo de los años, y claro que cuando entró en la secundaria la situación empeoró aún más, al ser empujado a los casilleros con la misma frecuencia que las chicas populares asistían a fiestas.
En el ámbito amoroso, para qué mentir, ni siquiera sabe lo que esas dos palabras juntas significan. Nunca ha tenido el valor suficiente para acercarse a una chica e ir más allá que una simple relación cordial, se pone tan nervioso que se convierte en todo un torpe ante un simple 'hola', y prácticamente ha huido de ellas en lo que va de su adolescencia.

GUSTOS:
-Las Bibliotecas.
-Historietas.
-Historias de Ciencia Ficción.
-Alguna que otra serie de televisión.
-Películas de época.

DEBILIDADES:
-La sociabilidad, no es algo que se le de precisamente bien.

MANIAS:
-Agachar la cabeza y evitar el contacto visual con las personas cuando se encuentra nervioso.
-Llevarse la mano a sus cabellos.
-Acomodar sus anteojos.

FOBIAS:
-No tiene grandes fobias, es un joven muy tranquilo que jamás pierde su calma.

DATOS FISICOS

DESCRIPCIÓN FISICA :
-Alto para sus 17 años, y sumamente delgado. Su estatura hace que parezca un joven mayor, pero no, falta aún un año para que alcance la mayoría de edad. Su pelo es rubio natural, y suele llevarlo peinado de lado, pues raramente se lo ve desalineado. Sus gafas son algo así como su signo característico, pues las usa de manera permanente a causa de la miopía presente desde que tiene memoria. Sus ojos son de un azul claro, aunque varían de acuerdo a la luz solar. Tiene una mirada intensa, aún a través de los cristales que intermedian entre sus ojos y su interlocutor.
-En cuanto a la vestimenta, suele usar camisas a cuadros (algunas veces hasta con tirantes), pantalones de jean o en ocasiones algo más arreglados. Y eso sí, sumamente prolijo y pulcro. Nunca usa una prenda más de una vez, es algo así como una especie de manía que le inculcó su madre.

RASCOS CARACTERISTICOS
-Sus gafas, como ya se ha dicho, constituyen su rasgo más característico. Es muy inusual, por no decir casi imposible, verlo sin ellas.

OTROS:
Jamás se haría siquiera un tatuaje, los considera una agresión al cuerpo.

BIOGRAFIA

HISTORIA :
Breizhlander L. Moncef nació un 26 de marzo en Évreux, una ciudad francesa ubicada en el norte del país. Hijo único del matrimonio conformado por Alaric Claude Moncef, un prestigioso empresario a nivel mundial y Clementine Julie Bergés, una señorita que conoció al amor de su vida a los 15 años de edad, y desde entonces ha vivido por y exclusivamente para él. Ambos vivían en la misma ciudad, se conocieron, se enamoraron y terminados sus estudios se casaron. Padres muy jóvenes, algo inexpertos, pero la familia era para ellos su más grande tesoro.
Pero cuando Breiz cumplió dos años, su abuelo paterno fallece de manera inesperada, en un accidente de barco mientras atravesaba el océano para realizar transacciones al otro lado del pacífico. La noticia impactó en la familia de manera muy shockeante. De la noche a la mañana, Alaric tuvo que hacerse cargo de la empresa familiar, lo cual conllevaba una enorme responsabilidad; ya que su padre había sido, desde que el tenía memoria, la persona indispensable, tanto a nivel familiar, pero más aún, a nivel empresarial.
Y allí comenzaron los problemas, una cosa trajo la otra y cuando quisieron acordar, los padres del joven no hacían más que discutir; cada pequeña cosa era excusa para una nueva discusión. 'Pasás poco tiempo en casa', '¿Son necesarios tantos viajes de negocios?' 'Tu hijo te necesita aquí contigo'; y del otro lado podían escucharse frases como: 'Ahora lo importante es la empresa familiar', 'Mi padre no hubiera querido que yo destruyera todo, se lo debo a él'..Al parecer, jamás hubieran logrado ponerse de acuerdo; aunque lo intentaron, las cosas ya no funcionaban y luego de un año decidieron, finalmente, separarse.
A partir de entonces, su madre jamás volvió a ser la misma. Durante un tiempo, Alaric se instaló en Francia y visitaba casi regularmente a su hijo, pero pasados unos años, tuvo que mudarse Nueva York y ya sus viajes comenzaron a espaciarse; hasta extinguirse por completo y ser reemplazados por tarjetas de cumpleaños o llamadas esporádicas. Clementine, que jamás volvió a rehacer su vida tras la separación, se dedicó cien por cien a su pequeño hijo. Su crianza era una labor que ocupaba las 24 horas de su día, se ocupó de educarlo, cuidarlo y enseñarle todo lo necesario.
Pero en su cumpleaños número 15, una visita inesperada de su padre provocó que el joven Moncef cambiara hasta su residencia, teniendo que dejar su lugar de origen. Su padre lo había invitado a vivir un tiempo con él en Nueva York, y como Breiz, a pesar de los años de ausencia, aún lo admiraba y quería conocerlo mejor; accedió sin pensarlo. Separarse de su madre en aquel entonces le fue bastante difícil, tantos años junto a ella habían provocado un cariño, un tanto excesivo, hacia aquella persona que había renunciado a todo en pos de su bienestar; pero luego de largas charlas, Clementine finalmente terminó accediendo también y despidió a su hijo, haciendole prometer que no tardaría demasiado en volver.
Si hasta ese momento la vida del joven francés era solitaria y monótona, al llegar a Nueva York todo se volcó patas arriba. Su padre lo observaba incrédulo, no podía creer que su hijo no tuviera amigos, no se relacionara con la gente, no le interesaran las relaciones amorosas como a cualquier joven de su edad. Y por supuesto, culpaba a su madre de toda la situación, 'lo había estropeado todo', solía repetir una y otra vez..
Como primera medida, lo anotó en una de las secundarias más populares de la ciudad, pero ni aún así Breiz no logró hacer amigos, y es que algo que su padre no entendía, es que tampoco le interesaba. El vivía a su manera, pero al parecer Alaric no podía entender aquello; así que luego de dos años, decidió tomar una medida aún más drástica: ENVIARLO A SILVER SEA.
¿Qué? ¿Qué haría él ahí? Pero más allá de cualquier argumento que el rubio hubiera podido objetar, iría de todas formas, 'Eso es lo que necesitas, ya verás; la vida no está hecha solo de libros'. Así que aquí está él, completamente perdido, al menos hasta que cumpla 18, tendrá que permanecer en el lugar, aún cuando piense que estar allí es una pérdida completa del tiempo.

MIEMBROS DE LA FAMILIA Y RELACIONES:
Alaric Claude Moncef: Su padre. A pesar de los años que ha pasado sin verlo, Breiz aún lo admira y lo justifica diciendo que ha hecho lo que pudo. Gracias a su arduo trabajo nunca le faltó nada a nivel económico, pues aún después de haberse separado siguió enviando dinero a su hijo y ex esposa de manera mensual, sin saltearse ningún mes ni fecha especial. Presente a través de tarjetas de cumpleaños, cartas y regalos; cuando finalmente cruzó el océano para verlo después de tantos años y le propuso a su único hijo pasar algo de tiempo juntos en Estados Unidos, éste aceptó sin pensarlo, aunque claro, nunca se hubiera imaginado que lo mandaría al lugar donde aterrizó actualmente, al menos por lo que queda del año hasta cumplir sus 18 años.

Clementine Julie Bergés El idilio que lo une a ella sería un festín para cualquier psicólogo. Tal vez fue a causa de su excesivo cariño, sus excesivos cuidados maternos, su presencia as 24 hs, y seguramente también influyó el hecho de la falta de función paterna en su hogar; pero lo cierto es que Clementine y Breiz fueron durante mucho tiempo prácticamente inseparables. Hasta el punto que fue educado en su casa, porque su madre sentía temor por lo que podría pasarle en el exterior. Un pequeño ermitaño, pero es que no conocía otra realidad que la suya; así que hasta pasados los 10 años que vivió de ese modo. Con su madre se entiende a la perfección y ahora le resulta algo difícil cumplir con los cánones que su padre le establece, y mucho más, escuchar aquellas arduas críticas hacia la persona que, prácticamente, dedicó su vida a él.

OTROS DATOS

PERTENENCIAS :
Su computadora, sus libros y sus historietas.

MASCOTAS:
-
CURIOSIDADES:
-En el fondo, a Breiz le gustaría tener amigos y cambiar aunque sea un poco de su personalidad, el problema es que no sabe cómo, ni por dónde empezar..

por **Sophie C. Miller** Lun Nov 07, 2011 5:59 am

Ficha Aceptada!

Breizhlander L. Moncef

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Re: Breizhlander L. Moncef